Cuando hablamos de huesos y músculos, en realidad estamos hablando del sistema musculoesquelético del cuerpo. En ciertas ocasiones, lo dividimos en dos sistemas separados: el sistema muscular y el sistema esquelético. La primera se refiere a los músculos del cuerpo, incluido el corazón, y la segunda se refiere a los huesos, las articulaciones y los tejidos conectivos, como los ligamentos y los tendones; también incluye los diminutos y blandos huesos de las orejas por dentro y por fuera.
Estos dos sistemas corporales están intrínsecamente conectados entre sí y su crecimiento y desarrollo en el cuerpo humano, desde la infancia hasta la edad adulta, están sincronizados y vinculados. Por eso es una buena práctica que los padres traigan a sus hijos para su evaluación y tratamiento con un especialista en osteopatía. La osteopatía es la práctica médica que se ocupa de la evaluación y el tratamiento de las afecciones relacionadas con el sistema musculoesquelético del cuerpo; el tratamiento incluye el masaje y la manipulación de los músculos, las articulaciones, los huesos, los tendones y los ligamentos del cuerpo. La persona que se especializa en osteopatía se llama osteópata.
Desde el nacimiento hasta su crecimiento, el bebé encontrará estrés y trauma que puede causar problemas e interferir con su desarrollo musculoesquelético normal. El trauma de ser sacado de la madre durante el parto, las caídas y los accidentes, e incluso el rápido crecimiento del cuerpo del niño pueden contribuir a problemas que pueden obstaculizar el desarrollo normal de sus huesos, articulaciones, tendones, ligamentos y los músculos que los cubren. En algunas situaciones aleatorias, el niño puede sufrir inflamaciones y lesiones como resultado de deportes y juegos. Algunas veces, las condiciones musculoesqueléticas se manifiestan a través de los malos hábitos posturales del niño.
Los niños normalmente tienen cuerpos "flexibles". A diferencia de los adultos, sus huesos y articulaciones no se rompen fácilmente ni se desalinean con ligeros giros y vueltas. La cosa es, y como se mencionó anteriormente, no están exentos de encontrar traumas y tensiones que pueden causar condiciones problemáticas a su sistema musculoesquelético. Aquí es donde un osteópata pediátrico (o un osteópata especializado en niños) puede proporcionar asistencia y cuidados. El osteópata trabajará junto con el pediatra del niño y otros especialistas médicos que brindan atención médica al niño.
Es aconsejable llevar al niño a un chequeo general inmediatamente después de un largo proceso de parto, que incluirá una evaluación de la columna vertebral, los hombros y la cabeza del bebé (el uso de fórceps y ventosa cuando el bebé es extraído de la madre puede afectar la figura y la forma de la cabeza *). El osteópata también puede comprobar si existen restricciones que puedan impedir el desarrollo simétrico de los huesos, las articulaciones y los músculos que permitan (o impidan) que el bebé realice sus "hitos" iniciales, como gatear, rodar, pararse y, finalmente, caminar.
En coordinación con los padres y el pediatra del niño, el osteópata planificará qué es lo mejor para seguir adelante después de la evaluación, lo que incluye hacer preguntas a los padres, revisar la historia clínica y realizar exámenes físicos. El osteópata sabrá qué tratamiento apropiado necesita el niño, lo que puede implicar la cooperación y la remisión a otros especialistas de la salud.
Las condiciones que han estado presentes justo después del nacimiento y las anormalidades del desarrollo a menudo todavía se pueden trabajar, y el osteópata puede ayudar en las mejoras a medida que el niño crece. Como el resto del cuerpo compensa y coopera con el tratamiento, el efecto en áreas específicas y en la mecánica corporal puede ser duradero.
El tratamiento osteopático puede ayudar a controlar la alimentación y la digestión del bebé; puede ayudar a aliviar el estreñimiento, el reflujo, la indigestión y los patrones de sueño perturbados. Otras condiciones en las que el osteópata puede ayudar son las siguientes:
Los tratamientos osteopáticos a menudo incluyen la prescripción para que los padres apliquen un suave masaje en las áreas del cuerpo del niño en las que pueden trabajar con seguridad. El osteópata también aconsejará a los padres sobre la nutrición, el buen posicionamiento postural y los ejercicios que ayudarán a los efectos del tratamiento.
El cuidado osteopático es suave y seguro para el bebé y el niño en crecimiento. Utiliza técnicas naturales sin la participación de medicamentos y/o cirugía. Sus tratamientos pueden ayudar al desarrollo del niño, permitiéndole adaptarse fácilmente a los rápidos cambios que se producen en el cuerpo durante el crecimiento.
La osteopatía funciona bien en coordinación y cooperación con otras especialidades médicas para ayudar a que su hijo crezca y se desarrolle de forma saludable. Se recomienda comenzar el tratamiento temprano para prevenir otros problemas.