La artroscopia de rodilla es una avanzada intervención quirúrgica que permite acceder al interior de la articulación de la rodilla a través de dos pequeñas incisiones. Esta operación se realiza bajo anestesia local y dura unos 15 minutos, por lo tanto es muy segura para el paciente, y es la solución para la rotura de menisco y la rotura de ligamento cruzado.
Después de realizar dos diminutas incisiones en la rodilla, se introducen tanto la cámara como los diversos instrumentos quirúrgicos necesarios para realizar exitosamente la reparación de la rotura del menisco.
La artroscopia de rodilla es una operación que suele emplearse para poder solucionar diferentes lesiones en la rodilla, y la ruptura del menisco es una de ellas. La rotura de menisco es una lesión muy frecuente, ya que las causas más comunes que puede provocar su aparición suelen ser torceduras, esguinces, o bien flexiones más intensas de la articulación de la rodilla.
Algunos pacientes afectados por una lesión de menisco no responden satisfactoriamente al tratamiento no quirúrgico (RICE: Reposo, Hielo, Compresión y Elevación) para tratar su problema, por lo que los síntomas persisten. En estos casos resulta conveniente ir mucho más allá y realizar una resonancia magnética para confirmar si existe una lesión meniscal o de ligamentos. Y si fuese así, apoyarse en la artroscopia de rodilla para poder solucionar el problema.
La cirugía artroscópica se ha convertido en uno de los procedimientos quirúrgicos más comúnmente realizados por los profesionales médicos para terminar con las molestias, dolores y otros síntomas ocasionados por la rotura de menisco. La gran ventaja de este procedimiento es que permite ofrecer una clara y nítida visión del interior de la rodilla del paciente.
Tras la intervención quirúrgica, el cirujano colocará un vendaje al paciente y le permitirá caminar apoyando la pierna operada, así como realizar movimientos de flexo-extensión de la rodilla. Una vez haya transcurrido 1 semana, el médico indicará al paciente una serie de ejercicios de rehabilitación específicos que ayudarán al paciente a recuperarse adecuadamente. Dichos ejercicios se deben llevar a cabo siguiendo las recomendaciones del médico para poder volver a recuperar el movimiento de la rodilla y fortalecerla.
Generalmente, tras la artroscopia de rodilla por una rotura de menisco no será preciso llevar a cabo terapia física en un centro especializado y se podrán realizar los ejercicios de rehabilitación desde el propio hogar. Tras la cirugía meniscal el periodo de recuperación de los pacientes suele oscilar entre las 3-5 semanas en el caso de rotura del menisco interno y entre 5-7 semanas en caso de rotura del menisco externo.
Los avances médicos no dejan de producirse día tras día, por ello atrás han quedado aquellos años en los que para tratar la rotura de menisco era indispensable abrir por completo la rodilla y quitar el menisco completo. Hoy en día, la artroscopia de rodilla se puede realizar con anestesia local, en un procedimiento que dura unos 10 ó 15 minutos. A través de la cirugía artroscópica es posible llevar a cabo fácilmente la resección parcial del menisco permitiendo dejar aquellos restos estables y fijos que no se encuentren degenerados y que permitan poder realizar parcialmente la función del menisco de forma correcta.
Resulta clave realizar esta intervención si el menisco esta roto y produce síntomas, ya que un menisco roto sin operar no sólo no cederá en dolor y molestias, sino que éstas irán en aumento con el transcurso del tiempo. Lo más común es que el cuadro de dolor no se reduzca y que se produzcan regularmente derrames articulares. Cabe señalar que la rodilla no ofrecerá una función articular adecuada como consecuencia del deterioro cartilaginoso progresivo.
Además, sin tratamiento alguno que ponga fin a dicha lesión, un fragmento del menisco se podría soltar y desplazarse hacia el interior de la articulación, lo que podría ocasionar molestos síntomas como por ejemplo un bloqueo de la rodilla impidiendo que responda adecuadamente.
Esta situación provocará que al paciente afectado por rotura de menisco le resulte imposible llevar a cabo movimientos habituales con la rodilla, impidiendo la realización de deportes así como tampoco determinadas profesiones.
La artroscopia de rodilla puede ayudar a todos aquellos pacientes afectados de una rotura de menisco a recuperar la perfecta movilidad de su rodilla sin molestias ni dolores, eliminando la inflamación y la rigidez.
Los desgarros de menisco son extremadamente comunes, una de las lesiones más frecuentes, especialmente entre personas habituadas a practicar deporte, ya sea a nivel profesional o bien como aficionado. Llevando a cabo un tratamiento y rehabilitación adecuados, los pacientes sometidos a la este procedimiento quirúrgico podrán recuperar sin problemas todas sus capacidades previas a sufrir la lesión de menisco.
Dr. Enrique Galindo Martens