Expertos indican que resulta beneficioso desde el punto de vista afectivo tener una mascota en casa, porque favorecen la vitalidad y reducen los sentimientos de tristeza, la ansiedad y la depresión.
Además para aquellas personas que viven solas o han tenido una pérdida de un familiar cercano, tener un perro, un gato o una pareja de pajarillos (agapornys o pájaros del amor) las mantendrán entretenidas y ocupadas en cuidarlos y sentirán retribuida esa atención, porque los animales afectivos son mimosos con quienes les dedican cuidados.
Si se tiene un perrito habrá que sacarlo a dar alguna vuelta, al menos dos veces al día, y esto obligará aunque el individuo no sea muy dado a las caminatas, a realizar esos recorridos que favorecen la salud y permitirá además socializar con otras personas encontradas al paso y con sus mascotas respectivas.
TERAPIA ASISTIDA CON ANIMALES AFECTIVOS
Se ha llevado a cabo y con beneficios la llamada terapia asistida por animales de compañía, la cual utiliza la presencia de esas mascotas porque el animal desempeña un rol comunicativo entre el paciente y el terapeuta.
Esto se aplica mayormente en personas de la tercera edad y también en niños y hay una experiencia muy significativa con peques que tienen problemas sicomotores y mejoran mucho con la equinoterapia, o sea, el contacto con caballos sobre cuyo lomo los montan y pasean un rato ciertos días de la semana.
Pacientes autistas que tenían mascotas junto a ellos en su tratamiento lograron socializar mejor, mientras que otros con parálisis cerebral, con enfermedades terminales o mentales, con trastornos de comportamiento o que han sido víctimas de violaciones también mostraron mejorías con las terapias asistidas con animales afectivos.
Otras investigaciones han demostrado que quienes son hipertensos y acogen en su hogar una mascota pueden tener buenos resultados en la disminución de la presión arterial. Esto se relaciona con que se vuelven más activos, dejan de ser sedentarios y a tener tanta dependencia de los medicamentos.
Pero además, quienes poseen un perro o un gato y sufren un infarto cardíaco tienen más posibilidades de sobrevivir que el resto de los afectados, de acuerdo con estudios realizados en la Clínica Mayo, en Estados Unidos.
LOS GATUNOS Y SU RONRONEO
Tanto los niños como los adultos tienden a subir su autoestima si poseen una mascota y entre ellas los gatitos tienen una particular manera de ser, que aunque parezca mentira son capaces con su ronroneo de reducir el estrés del dueño, lo cual está dado por las vibraciones de entre 20 y 140 hercios, una frecuencia beneficiosa para la mejoría de diversas enfermedades.
Resulta curioso que hasta visualizar un video de gatitos jugando pueda disminuir los estados tensionales, reducir el nivel de cortisol y contribuir a mejorar la memoria en personas de la tercera edad, en tanto otra investigación acerca de estos animales que hacen reír con sus travesuras, demostró que la risa se asocia a un corazón y sistema inmune más fuertes.
UNA CARICIA BENEFICIOSA
Investigaciones acerca de la relación existente entre personas y mascotas arrojaron que al pasarle la mano a un gato o perro por su pelaje esa caricia se traduce en un incremento de la hormona llamada oxitocina, que aumenta los sentimientos de confianza y amor, mejora el estado de ánimo y sirve como distracción.
Tales experimentos se probaron con buenos resultados también en niños autistas, quienes ganaron en autoestima y tuvieron avances en su socialización.
BUENA COMPAÑÍA
Expertos en el tema indican que uno de los mayores beneficios de tener una mascota es precisamente calmar ese sentimiento de soledad y de acuerdo con estudios realizados en universidades estadounidenses las mascotas pueden cumplir las necesidades sociales de una persona lo mismo que la compañía de otros seres humanos.