Macrobiótica: significado, qué comer y contraindicaciones

Macrobiótica: significado, qué comer y contraindicaciones La dieta macrobiótica toma el ejemplo de Oriente y propone un consumo equilibrado de alimentos naturales. Cereales, verduras y legumbres son la base de esta dieta. ¿Por qué se llama macrobiótica? Macrobiótica es una palabra, derivada del griego, que literalmente significa "gran vida". Se expresa en un verdadero "arte de vivir", y funda su núcleo principal en la alimentación. En general, el secreto del bienestar psicofísico de un individuo reside en comprender los equilibrios de la naturaleza. Alimentación macrobiótica: qué comer Sobre la base del pensamiento taoísta que ve el mundo de la alimentación gobernado por dos fuerzas opuestas y complementarias (yin y yang), la salud es considerada como una expresión de la armonía de la correcta combinación de estas dos energías. En el caso de la nutrición, se logra mediante el uso adecuado de alimentos yin y alimentos yang. Según la visión occidental, esta división corresponde a la relación ácido/alcalino: yin = acidez (potasio, azúcar, fruta) y yang = alcalinidad (sodio, sal, cereales, etc.). Precisamente porque identifica a la naturaleza como su modelo, la macrobiótica prefiere los alimentos naturales y las preparaciones simples: cereales, verduras y legumbres en primer lugar, pero también huevos y pescado, siempre que estén equilibrados con las necesidades reales del organismo. El uso equilibrado en la cocina natural de algunos de los ingredientes típicos de la cocina macrobiótica es realmente precioso, ya que permite sustituir la carne (tofu o seitán por legumbres por ejemplo) y sazonar o aportar oligoelementos (con shoyu, tamari, o algas). También debemos recordar que la armonía entre los opuestos ha caracterizado muchas de las tradiciones gastronómicas de nuestro país, de una manera sencilla y sabrosa y, para el observador atento, nunca por casualidad.

Qué no comer cuando se sigue una dieta macrobiótica

En cuanto a otras proteínas animales, se tolera el consumo ocasional de carne blanca, pero no se recomienda el consumo de leche y productos lácteos, que se consideran causantes de diversas patologías en el organismo. Se prohíben el azúcar refinado y las verduras que contengan solanina (tomates, berenjenas, pimientos).

Contraindicaciones de la dieta macrobiótica

Desde un punto de vista crítico, debe tenerse en cuenta que esto podría conducir a una deficiencia de vitaminas y minerales y a la acumulación de toxinas en el cuerpo debido a la reducción de la ingesta de agua. El consumo de productos fermentados, característicos de esta cocina y también presentes en la cocina japonesa (miso, umeboshi, tamari, etc.), ricos en enzimas útiles para la digestión y la optimización de la relación ácido/alcalino en la sangre, es una característica interesante de esta dieta pero también conlleva el riesgo de una ingesta excesiva de sal. Los japoneses tienen un alto número de cánceres de estómago que los estudiosos atribuyen al consumo excesivo de alimentos salados.